Compatriotas Ecuatoguineanos;
Mañana día 3 de agosto conmemoramos el Cuadragésimo Quinto aniversario del Golpe de Libertad, decisivo acontecimiento que liberó a Guinea Ecuatorial de la opresión de la dictadura, que se instaló en nuestro País después de la accesión de Guinea Ecuatorial a la Independencia Nacional, el 12 de octubre de 1968.
En efecto, aquel régimen dictatorial perduró durante largos 11 años, caracterizados por la violación sistemática y persistente de los derechos humanos, los encarcelamientos arbitrarios y juicios sumarísimos, los asesinatos políticos y desapariciones de ciudadanos, el éxodo de un tercio de la población al exterior y el empobrecimiento crucial del País; hasta que las Fuerzas Armadas y de la Seguridad del Estado al mando de Mi persona, como socorro de los reclamos del pueblo de Guinea Ecuatorial, pudimos acabar con aquel régimen oprobioso.
Por tanto, al festejar este fausto acontecimiento, estamos valorando positivamente la libertad recobrada por el pueblo desde entonces, al tiempo que honramos a las Beneméritas Fuerzas Armadas y de la Seguridad del Estado, así como de aquellos Compatriotas Ecuatoguineanos que perdieron sus vidas en defensa de la libertad y pervivencia de la Nación.
Honor y gloria a aquellos hombres valerosos que el Pueblo y la historia recordarán siempre.
El Golpe de Libertad del día 3 de agosto de 1979 ha marcado un punto de inflexión a la historia de la República de Guinea Ecuatorial. En efecto, después de todos los horrores y vejaciones que padeció el noble Pueblo de Guinea Ecuatorial durante aquella dictadura, han dado paso a la plena libertad que hoy disfruta el País.
Todos los derechos políticos, económicos, sociales y culturales han sido restablecidos mediante leyes que protegen con igualdad a todos los ciudadanos; en el escenario político nacional impera la democracia pluralista con más de quince partidos políticos que con el PDGE preservamos la Paz, a pesar de las maniobras insidiosas de nuestros eternos enemigos y la crisis económica mundial persistente.
Hemos podido desarrollar las infraestructuras del país, garantizando los servicios sociales básicos; el país está manteniendo relaciones diplomáticas y de cooperación económica con casi todos los países del mundo. Hemos elevado el nivel de formación de los recursos humanos, en fin, existe un clima de Paz, Estabilidad y Seguridad que garantiza el desarrollo de las actividades de los ciudadanos.
Con esto, estimados Compatriotas, queremos subrayar que la fecha del día 3 de agosto de 1979, es una fecha que debe conmover a todo ciudadano de buena voluntad; porque no se trata de celebrar una simple victoria militar, sino más bien, se trata de una transformación profunda y radical de la andadura del Pueblo de Guinea Ecuatorial. No es una fiesta solo para el Gobierno en el poder, sino que lo es para todos los Gobiernos habidos y por haber; y para cualquier credo, filosofía política o ideológica. En definitiva es una fiesta del presente y del futuro de todos los ecuatoguineanos, porque es una realidad que nos ha traído la libertad, la igualdad y la dignidad del Pueblo.
El día 3 de agosto interpela por consiguiente a la unidad y solidaridad del Pueblo de Guinea Ecuatorial ante cualquier contingencia que se le presente.
La actual crisis del petróleo y la falta de diversificación de la economía nacional constituye una de las contingencias que el Pueblo de Guinea Ecuatorial debe asumir solidariamente, en cohesión entre todos, incrementando cada uno la productividad de sus respectivas actividades económicas para alcanzar el autosostenimiento.
El Gobierno, por su parte, debe continuar incrementando sus esfuerzos para alcanzar la diversificación de los medios de producción, al tiempo que debe apoyar a la población con medidas que incentiven sus emprendimientos económicos.
Estimados Compatriotas;
Los brotes de inseguridad y de corrupción que se aprecian en los últimos años, deben constituir otra de las contingencias que todos debemos luchar solidariamente unidos. Estos actos, con frecuencia dan lugar a la violencia y al terrorismo transfronterizo, que causan la mayor parte de las guerras internas en África.
La Paz, que es un bien preciado, es frágil y se puede resquebrajar en cualquier momento. Todos los ciudadanos deben estrechar la vigilancia para luchar y desmantelar estos actos vandálicos realizados por los propios ecuatoguineanos. El mantenimiento de la Paz es costoso y solo se puede garantizar con el comportamiento de ciudadanos nobles, amantes de la Patria y la Paz de la Nación.
Debemos tener fe y confianza en nuestra capacidad de obrar para hacer frente a los retos que se presentan a la Nación, porque hemos demostrado suficientemente nuestra capacidad para transformar el país, sacándolo del profundo subdesarrollo hasta convertirlo en una Nación que aspira a la emergencia y autosuficiencia.
Un ejemplo visible de esta realidad, es la moderna ciudad de Djibloho, enclave localizado en el corazón de la Región Continental, que antiguamente servía como refugio de los cazadores y personas perseguidas políticamente durante la colonia y en la triste época pasada, que hoy resulta un punto estratégico de desarrollo de aquella región.
Por tanto, no debemos buscar la solución de nuestros problemas internos recurriendo a la violencia ni al exterior, porque ninguna ayuda de fuera vendrá de forma gratuita. Es una posición ridícula, vergonzosa y utópica, cuando damos la espalda a la fuerza del dialogo y de la concertación, para recurrir a poderes externos; porque cada País tiene también sus propios problemas y necesidades que a veces son más graves que los nuestros.
Estimados Compatriotas;
En un día como mañana 3 de agosto, no debemos olvidar la importancia de las Fuerzas Armadas cuyo papel es crucial para el mantenimiento de la Paz, el respeto a la soberanía y de la independencia de la Nación; razón por la cual, damos una prioridad absoluta al desarrollo y a la modernización de nuestras Fuerzas Armadas y de la Seguridad del Estado, que deben evolucionar paralelamente como los demás sectores de la Nación.
Saludamos, muy complacidos, a las Fuerzas Armadas y de la Seguridad del Estado, por el alto nivel que han alcanzado actualmente su organización, a las que felicitamos con orgullo porque han evolucionado de forma positiva desde la guardia colonial, opresora del pueblo de Guinea Ecuatorial en tiempos pasados, a un ejército, técnico y estratégicamente moderno, capaz de defender los intereses supremos de la República de Guinea Ecuatorial.
Concluyo, felicitando muy vivamente al Noble Pueblo de Guinea Ecuatorial y a nuestras Fuerzas Armadas y Cuerpos de Seguridad del Estado, con ocasión de este día importante. Deseo que durante la celebración de esta efeméride reine la Paz, la concordia y la fraternidad en todos los hogares de la Nación.
!!Viva las Beneméritas Fuerzas Armadas y Cuerpos de la Seguridad del Estado!!
¡¡Arriba la República de Guinea Ecuatorial!!
¡MUCHAS GRACIA
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